Hazlo tu mism@:
¡Podría ser el momento de tomar cartas en el asunto y hacer tu propio abono! Veamos cómo hacer abono en casa:
Dependiendo de donde vivas, hay un par de formas de hacerlo:
1. Abono en la terraza, o jardín: Si tienes espacio (necesitarás apenas un metro cúbico), puedes instalar facilmente un contenedor de abono (puede ser simplemente un contenedor de basura grande y vacío) o una pila de abono. Una vez que tengas el contenedor, deberás agregar una ración de «marrones» (hojas secas, ramitas pequeñas etc), y «verdes» (restos de comida, recortes de jardín etc), lo que lo que proporciona la combinación perfecta de carbono (de los «marrones») a nitrógeno (de los «verdes») y ayuda a que todo se descomponga de manera más eficiente. Una vez que tengas esta mezcla, todo lo que tendrás que hacer es regar y voltear el abono, hasta que finalmente se convierta en tierra enriquecida.
2. Vermicompostaje (¡también conocido como compost de lombrices!): Si no tienes espacio en el jardín para hacer abono, y vives en un apartamento, el vermicompostaje es una excelente opción. Aquí es donde los gusanos rojos (común mente conocidos como meneadores rojos) descomponen y digieren los restos de comida para convertirlos en un rico fertilizante que puede usarse para plantas o jardín. Para obtener una guía para principiantes sobre el vermicompostaje consulta este artículo, o este!, el que se adapte mejor a tus circunstancias.
Imagino que ya sabes cómo hacer abono en casa, ¿te gustaría saber cómo conseguir exfoliante sostenible hecho a base de café? Haz click aquí.