Nuestra vida cotidiana comienza a verse frecuentemente afectada por las consecuencias de un hecho contundente: estamos a 2023, y los recursos que nuestro planeta es capaz de regenerar a lo largo de un año ya han sido agotados por la acción humana.
Las reservas naturales son todavía abundantes en algunos países, otros en cambio se destacan por haber rebasado el déficit ecológico apenas un mes después de haber comenzado este nuevo año.
Los datos respaldan ya un viejo dicho sobre nuestra sociedad, y es que vivimos por encima de nuestras capacidades. El hogar que habitamos se encuentra desafiado por un imparable ritmo de producción, bomba de un crecimiento económico sin techo. Por primera vez, la Tierra es incapaz de regenerarse a la velocidad a la que se consumen sus recursos.
Fué exactamente este mismo 2 de Agosto cuando el planeta entró en lo que se ha llamado déficit ecológico, la productividad de los ecosistemas se ha roto. Este hecho ha sido pronosticado por la entidad de mayor rigor cuando se trata de calcular el impacto medioambiental de los países, esta es la Global Footprint Network. Este cálculo se realiza generando una división entre el consumo de recursos (huella ecológica) y la capacidad regenerativa de la biosfera (biocapacidad).
Las demandas aparentemente incontrolables de ciertos países ya han superado la biocapacidad de su propio territorio, indentificados en color rojo dentro del mapa del déficit ecológico. Son ejemplos de este caso países como México, China, India, España y Estados Unidos. Por suerte, todavía hay países en verde oscuro, es decir, regiones que disponen de demandas capaces de ser absorbidas o contrarrestadas por la cantidad de reservas naturales que albergan estos territorios. Algunos ejemplos son Brasil, Bolivia, República Democrática del Congo…
Algún día, los recursos naturales del planeta se agotarán, y la fecha, según los expertos, se acerca cada vez a mayor velocidad. Este día, conocido como Día de la Sobrecapacidad, ha ido recortando su fecha estimada de llegada.
La humanidad se enfrenta a una crisis ecológica desamparada ante la inefectividad de las soluciones propuestas. Esta incapacidad de cubrir soluciones tanto locales como globales se hace eco en casos como el de Catar, el cual necesitaría más de 8 planetas Tierra para cubrir el nivel de explotación al que somete a sus ecosistemas.
LLegado el día de la sobrecapacidad del planeta, ¿que ocurrirá?
Atendiendo a la fecha marcada por la Global Footprint Network, una vez alcanzada, las implicaciones afectarán al compromiso de recursos los cuales estaban previstos para el futuro. Según los expertos, las consecuencias de la sobreexplotación de recursos están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana, manifestándose a través de incremento de emisiones, pérdida de biodiversidad, incendios o deforestaciones masivas.
Los datos se llevan registrando desde 1961 por la entidad mencionada, cuyos pronósticos se basan tanto en datos actuales como en evoluciones históricas. Este compendio de datos e investigaciones son pilares fundamentales para que los gobiernos e instituciones internacionales elaboren estrategias para frenar el avance de la fecha, la cual, como hemos dicho, no deja de acercarse.
Todavía nos encontramos a medio camino para la puesta en marcha de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la señalada Agenda 2030. Han sido 194 los miembros que la han asumido, pero siguen faltando 7 para que pueda ser relevante la efectividad de los cambios propuestos. En este marco la Global Footprint Network pronostica que para llegar a este compendio de objetivos, la fecha mencionada debería retrasarse 19 días cada año hasta el 2030.
Solo hay un Planeta Tierra:
En términos generales, harían falta 1,75 Tierras (hablando de sus recursos) para cubrir la demanda actual de la humanidad. Esto según un informe de 2022, basado en datos de 2018. Si analizamos la huella ecológica por persona en función del país y lo dividimos entre la biocapacidad media (1,6 hectáreas por persona), obtenemos los siguientes datos:
Si tódos fuéramos ciudadanos de USA, necesitaríamos aproximadamente 5,1 Planetas Tierra para cubrir la demanda, en el caso de los cataríes serían 7,5 planetas, para los mexicanos 1,6, y para el caso de los españoles, 0,28. Estas cifras dan cuenta de la magnitud de la crisis ecológica, y también refleja con mayor claridad que países consumen recursos correspondientes a futuras generaciones.
La organización Global Footprint Network insiste en el gran poder de acción de las grandes corporaciones, así como el de las instituciones de los gobiernos internacionales, pero también señala la capacidad de las personas de calcular nuestra huella ecológica, así como de implementar pequeños cambios que mejoren la relación con los recursos que pone a nuestra disposición nuestro único hogar, el Planeta Tierra.
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