Vamos con algunas ideas para reducir el uso de plástico en casa…
1. Detergente de la ropa:
El detergente de la lavadora se vende en botellas de plástico. Ya sea en cápsulas, líquido o gel, el envase es siempre el mismo. Para evitarlo, existen las nueces de lavado, un limpiador ecológico y muy económico que puede usarse hasta tres veces antes de tirarlas al contenedor orgánico. Proceden del árbol del jabón, muy común en Nepal y la India cuya cáscara de la nuez contiene saponina, que funciona en el árbol como un sistema de protección natural para evitar las plagas. En contacto con el agua de la lavadora limpia las prendas, sin olor y suaves, lo que evita usar suavizante. Otra opción ecológica es utilizar detergente a granel, cuyo envase además puede ser de metal.
2. Productos de limpieza:
No solo el detergente de la ropa se vende a granel, existen prácticamente todo tipo de limpiadores del hogar en tiendas especializadas. En cualquier caso, para mantener la casa limpia no hacen falta grandes cantidades de desinfectantes. Una buena mezcla de
bicarbonato y limón o vinagre permite limpiar suelos, azulejos y superficies grasas.
3. Estropajos de los platos
Estas esponjas para lavar la loza están hechas de plástico que no se puede reciclar por lo que es importante buscar una alternativa ecológica pues, aunque sea imperceptible, pequeñas partículas de plástico arrancadas por el desgaste acaban en los ríos tras pasar por el desagüe. La alternativa más ecológica son los cepillos de madera o las esponjas de luffa. Este material proviene de la planta con ese mismo nombre y es totalmente natural. Para la suciedad más incrustada existen estropajos de cobre, 100% reciclables.
4. Cubiteras de hielo:
Las bolsas de un solo uso o las cubetas de plástico son los productos más extendidos para hacer cubitos de hielo caseros. Sin embargo, existen alternativas ecológicas como las bandejas de metal, o las de silicona que son incluso más resistentes. También existen cubitos de metal rellenos de líquido que, tras pasar por el congelador, permiten enfriar
la bebida sin aguarla.
5. Guantes de plástico:
Se utilizan diariamente para limpiar los platos pero su uso es totalmente prescindible. La gente que tiene la piel sensible debe encontrar un jabón que no le dañe las manos, siempre hay un roto para un descosido. Es cuestión de probar.
6. Utensilios de cocina:
Los de plástico son más baratos pero su vida útil es más corta y deben reemplazarse con más frecuencia. La alternativa más ecológica son los utensilios de cocina de acero inoxidable, existiendo en la actualidad opciones resistentes al calor y antiadherentes que duran mucho más que sus homólogos de plástico.
7. Encendedores:
Ya sea para encender el fuego en las cocinas de gas o para darle un toque íntimo a las habitaciones con el uso de las velas, es mejor optar por cerillas de madera que por los encendedores de plástico. Es verdad que las cerillas no se pueden reciclar pero el impacto medioambiental que suponen es mucho menor.
8. Servilletas:
Las servilletas desechables o el papel de cocina son productos que se venden envasados en plástico. Además, al ser de un solo uso, se consume con mucha facilidad generando un residuo fácilmente evitable. La alternativa sostenible son las servilletas de tela o los trapos de toalla para secar superficies húmedas en la cocina. Se reduce el consumo de productos desechables en general y de plástico en particular.
9. Bolsas de la basura:
11. Escobillas del baño:
Es habitual que los cepillos para limpiar el inodoro sean de plástico pero existe una alternativa ecológica: escobillas de madera hechas con fibras vegetales. Hacen el mismo servicio que una fabricada en plástico pero no contamina.
12. Cepillos de dientes:
Una persona utiliza de media unos 300 cepillos de dientes de plástico a lo largo de su vida. Y cada uno de ellos puede tardar más de 75 años en degradarse. Una buena alternativa son los cepillos de bambú, fabricados con una planta de rápido crecimiento y que son biodegradables. Se pueden encontrar en el mercado cepillos de bambú con cerdas de nylon proveniente de aceite de ricino, lo que les convierte en 100% renovables.
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