La humanidad se enfrenta a graves desafíos en las próximas décadas: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la creciente desigualdad y más. Estas crisis sistémicas globales no se pueden abordar de forma aislada, porque están todas interconectadas. Pero nuestros sistemas económicos no son lo suficientemente adecuados para lograr un buen equilibrio entre objetivos ambientales y sociales. Las economías son, en esencia, un conjunto de reglas y normas que recompensan algunas conductas y castigan otras.
En su forma actual, nuestras economías incentivan el consumo excesivo, degradan los vínculos comunitarios y destruyen la riqueza natural. Pero esto no es inevitable ni ineludible; es simplemente la forma en que nuestras economías han evolucionado para funcionar. Para resolver estos problemas, se requiere una nueva visión económica. La visión: un futuro económico justo y verde. La nueva visión de una economía verde es una que proporcione prosperidad para todos dentro de los límites ecológicos del planeta.
Se basa en cinco principios clave, cada uno de los cuales se basa en precedentes importantes de la política internacional y que, en conjunto, pueden orientar la reforma económica en diversos contextos.
1. El principio del bienestar: una economía verde permite a todas las personas crear y disfrutar de la prosperidad.
· La economía verde está centrada en las personas . Su propósito es crear una prosperidad genuina y compartida.
· Se centra en el aumento de la riqueza que sustentará el bienestar. Esta riqueza no es meramente financiera, sino que incluye toda la gama de capitales humano, social, físico y natural.
· Prioriza la inversión y el acceso a los sistemas naturales sostenibles, la infraestructura, el conocimiento y la educación necesarios para que todas las personas prosperen.
· Ofrece oportunidades para medios de vida, empresas y empleos verdes y dignos.
· Se basa en la acción colectiva por bienes públicos, pero también en decisiones individuales.
2. Principio de justicia: la economía verde promueve la equidad dentro y entre generaciones.
La economía verde es incluyente y no discriminatoria. Comparte la toma de decisiones, los beneficios y los costos de manera justa, evita el acaparamiento por parte de las élites y, en particular, apoya el empoderamiento de las mujeres.
· Promueve la distribución equitativa de oportunidades y resultados, reduciendo las disparidades entre las personas y al mismo tiempo brindando espacio suficiente para la vida silvestre y la naturaleza.
· Se requiere una perspectiva a largo plazo de la economía, creando riqueza y resiliencia que sirvan a los intereses de los futuros ciudadanos, al tiempo que se actúa con urgencia para abordar la pobreza y la injusticia multidimensionales de la actualidad.
· Se basa en la solidaridad y la justicia social, fortaleciendo la confianza y los lazos sociales, y apoyando los derechos humanos, los derechos de los trabajadores, los pueblos indígenas y las minorías, y el derecho al desarrollo sostenible.
· Promueve el empoderamiento de las MIPYMES, empresas sociales y medios de vida sostenibles.
· Busca una transición rápida y justa y cubre sus costos, sin dejar a nadie atrás, permitiendo que los grupos vulnerables sean agentes de transición e innovando en protección social y capacitación.
3. El principio de límites planetarios: la economía verde protege, restaura e invierte en la naturaleza.
Una economía verde inclusiva reconoce y nutre los diversos valores de la naturaleza: los valores funcionales de proporcionar bienes y servicios que sustentan la economía, los valores culturales de la naturaleza que sustentan las sociedades y los valores ecológicos de la naturaleza que sustentan toda la vida misma.
· Reconoce la limitada sustituibilidad del capital natural con otros capitales, empleando el principio de precaución para evitar la pérdida de capital natural crítico y el incumplimiento de los límites ecológicos.
· Invierte en la protección, el crecimiento y la restauración de la biodiversidad, el suelo, el agua, el aire y los sistemas naturales.
· Es innovador en la gestión de sistemas naturales, se basa en sus propiedades como la circularidad y se alinea con los medios de vida de las comunidades locales basados en la biodiversidad y los sistemas naturales.
4. El principio de eficiencia y suficiencia: La economía verde está orientada a apoyar el consumo y la producción sostenibles.
Una economía verde inclusiva es baja en carbono, conserva recursos, es diversa y circular.
Adopta nuevos modelos de desarrollo económico que abordan el desafío de crear prosperidad dentro de los límites planetarios.
· Reconoce que debe haber un cambio global significativo para limitar el consumo de recursos naturales a niveles físicamente sostenibles si queremos permanecer dentro de los límites planetarios.
· Reconoce un “piso social” de consumo de bienes y servicios básicos que es esencial para satisfacer el bienestar y la dignidad de las personas, así como “picos” de consumo inaceptables.
· Alinea precios, subsidios e incentivos con los costos reales para la sociedad, a través de mecanismos donde “quien contamina paga” y/o donde los beneficios se acumulan para aquellos que ofrecen resultados verdes inclusivos.
5. El principio de buena gobernanza: La economía verde está guiada por instituciones integradas, responsables y resilientes.
Una economía verde inclusiva se basa en evidencia: sus normas e instituciones son interdisciplinarias y emplean tanto ciencia y economía sólidas como conocimiento local para desarrollar una estrategia de adaptación.
· Cuenta con el apoyo de instituciones integradas, colaborativas y coherentes (horizontalmente entre sectores y verticalmente entre niveles de gobernanza) y con capacidad adecuada para cumplir sus respectivas funciones de manera eficaz, eficiente y responsable.
· Se requiere participación pública, consentimiento informado previo, transparencia, diálogo social, responsabilidad democrática y libertad frente a intereses creados en todas las instituciones (públicas, privadas y de la sociedad civil) para que un liderazgo ilustrado se complemente con la demanda social.
· Promueve la toma de decisiones descentralizada para las economías locales y la gestión de los sistemas naturales, manteniendo al mismo tiempo normas, procedimientos y sistemas de cumplimiento sólidos, comunes y centralizados.
· Construye un sistema financiero con el propósito de brindar bienestar y sostenibilidad, configurado de manera que sirva de manera segura a los intereses de la sociedad.
La economía verde es un cambio universal y transformador del status quo mundial. Requerirá un cambio fundamental en las prioridades gubernamentales. Lograr ese cambio no es fácil, pero es necesario si queremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
No podemos esperar a que los gobiernos cambien las cosas, comencemos por cambiar nuestros hábitos…haz click aquí para descubrir, por ejemplo, algunas alternativas al plástico para el cuidado de tu mascota.
Por otro lado, para l@s más emprendedor@s, dejo un enlace para echar un ojo a las subvenciones a nivel autonómico para apoyar el fomento de la Economía Verde en el trabajo autónomo. Haz click aquí.